Se necesitan pastores / Necessita-se de pastores / Pastors are needed

Se necesitan pastores -pastores fieles- que no halaguen al pueblo de Dios ni lo traten con aspereza, sino que lo alimenten con el pan de vida. / Necessita-se de pastores - pastores fiéis - que não lisonjeem o povo de Deus, nem o tratem com aspereza, mas o alimentem com o pão da vida. / Pastors are needed -faithful shepherds- who will not flatter God"s people or treat them harshly, but who will feed them with the bread of life.

EL DIOS QUE YO CONOZCO

1.19. La Primera Tentación de Cristo - VI

Todo aquel que lucha contra el poder del apetito considere al Salvador en el desierto de la tentación. Véale en su agonía sobre la cruz cuando exclamó: "Sed tengo" (Juan 19:28). El padeció todo lo que nos puede tocar sufrir. Su victoria es nuestra.

Jesús confió en la sabiduría y fuerza de su Padre celestial.
Declara: "Jehová el Señor me ayudará; por tanto no he sido abochornado; ... y sé que no seré avergonzado.... He aquí que Jehová me ayudará." Llamando la atención a su propio ejemplo, él nos dice: "¿Quién hay de entre vosotros que teme a Jehová, . . . que anda en tinieblas y no tiene luz? ¡Confíe en el nombre de Jehová, y apóyese en su Dios!" (Isa. 50:7-10).
"Viene el príncipe de este mundo - dice Jesús - mas no tiene nada en mí" (Juan 14:30). No había en él nada que respondiera a los sofismas de Satanás.

El no consintió en pecar. Ni siquiera por un pensamiento cedió a la tentación. Así también podemos hacer nosotros. La humanidad de Cristo estaba unida con la divinidad. Fue hecho idóneo para el conflicto mediante la permanencia del Espíritu Santo en él. Y él vino para hacernos participantes de la naturaleza divina. Mientras estemos unidos con él por la fe, el pecado no tendrá dominio sobre nosotros.

Dios extiende su mano para alcanzar la mano de nuestra fe y dirigirla a asirse de la divinidad de Cristo, a fin de que nuestro carácter pueda alcanzar la perfección.Y Cristo nos ha mostrado cómo puede lograrse esto. ¿Por medio de qué venció él en el conflicto con Satanás? - Por la Palabra de Dios. Sólo por medio de la Palabra pudo resistir la tentación. "Escrito está," dijo. Y a nosotros " nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas" llegásemos "a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia" (2 Pedro 1:4)

Toda promesa de la Palabra de Dios nos pertenece.
Hemos de vivir de "toda palabra que sale de la boca de Dios". Cuando nos veamos asaltados por las tentaciones, no miremos las circunstancias o nuestra debilidad, sino el poder de la Palabra.
Toda su fuerza es nuestra. "En mi corazón he guardado tus dichos - dice el salmista - para no pecar contra ti" (Sal. 119:11) "Por la palabra de tus labios yo me he guardado de las vías del destructor" (Sal. 17:4).