Isaías, en lenguaje expresivo, presenta un hermoso cuadro de Dios recuperando su pueblo de los cuatro extremos de la Tierra: "Asimismo acontecerá en aquel tiempo, que Jehová alzará otra vez su mano para recobrar el remanente de su pueblo" (Isaías 11:11 - RV-1960).
Estas palabras "alzará otra vez" son especialmente interesantes. Vienen de la palabra hebrea qanah, que significa "adquirir", "obtener por compra", "comprar de nuevo", "redimir". Se refieren a una práctica bien conocida del profeta, pues vivía en aquel trágico tiempo en que hombres y mujeres eran comprados y vendidos en los mercados de esclavos.
La esclavitud era algo cruel, insensible y diabólico. Sin embargo, no todo señor de esclavos era rudo y cruel. Algunos tenían buen corazón y eran compasivos. No solamente los esclavos, sino tambien los señores eran víctimas de un ambiente mortal. Aquellos dias eran malos. Pero, a pesar de las bajas normas de moralidad, a veces, un hombre opulento compraba un esclavo con el propósito de darle la libertad. Más que esto, se tiene conocimiento de que, en raras ocasiones, esclavos fueron adoptados como miembros de la familia de sus señores, garantiéndoles así su adopción absoluta libertad y comunión.
Ahora, haced la aplicación de ese maravilloso texto de las Escrituras.
El Dios de amor y de piedad va a los mercados del pecado y de la esclavitud y, como un hombre rico, rescata hombres y mujeres de una raza perdida, haciéndolos libres en Cristo. Entonces los exalta adoptándolos en su familia, y finalmente los torna poseedores del universo, como "herederos de Dios y coherederos con Cristo" (Rom. 8:17).
¡Que tremendo concepto! ¡Que maravillosas nuevas! Pensad, entonces, en el precio que él pagó para hacerlo. Pero ¡ESTÁ HECHO! ¡GRACIAS A DIOS ESTÁ HECHO!
Estas palabras "alzará otra vez" son especialmente interesantes. Vienen de la palabra hebrea qanah, que significa "adquirir", "obtener por compra", "comprar de nuevo", "redimir". Se refieren a una práctica bien conocida del profeta, pues vivía en aquel trágico tiempo en que hombres y mujeres eran comprados y vendidos en los mercados de esclavos.
La esclavitud era algo cruel, insensible y diabólico. Sin embargo, no todo señor de esclavos era rudo y cruel. Algunos tenían buen corazón y eran compasivos. No solamente los esclavos, sino tambien los señores eran víctimas de un ambiente mortal. Aquellos dias eran malos. Pero, a pesar de las bajas normas de moralidad, a veces, un hombre opulento compraba un esclavo con el propósito de darle la libertad. Más que esto, se tiene conocimiento de que, en raras ocasiones, esclavos fueron adoptados como miembros de la familia de sus señores, garantiéndoles así su adopción absoluta libertad y comunión.
Ahora, haced la aplicación de ese maravilloso texto de las Escrituras.
El Dios de amor y de piedad va a los mercados del pecado y de la esclavitud y, como un hombre rico, rescata hombres y mujeres de una raza perdida, haciéndolos libres en Cristo. Entonces los exalta adoptándolos en su familia, y finalmente los torna poseedores del universo, como "herederos de Dios y coherederos con Cristo" (Rom. 8:17).
¡Que tremendo concepto! ¡Que maravillosas nuevas! Pensad, entonces, en el precio que él pagó para hacerlo. Pero ¡ESTÁ HECHO! ¡GRACIAS A DIOS ESTÁ HECHO!
No hay comentarios:
Publicar un comentario