Se necesitan pastores / Necessita-se de pastores / Pastors are needed

Se necesitan pastores -pastores fieles- que no halaguen al pueblo de Dios ni lo traten con aspereza, sino que lo alimenten con el pan de vida. / Necessita-se de pastores - pastores fiéis - que não lisonjeem o povo de Deus, nem o tratem com aspereza, mas o alimentem com o pão da vida. / Pastors are needed -faithful shepherds- who will not flatter God"s people or treat them harshly, but who will feed them with the bread of life.

EL DIOS QUE YO CONOZCO

6.08 - Contrastando la vida con la muerte

Los hechos son más convincentes cuando revelados en contraste. Por ese motivo Jesús enseñaba la verdad mediante la presentación de contrastes. Muchas de sus grandiosas verdades fueron declaradas en palabras tan sencillas como las siguientes: "Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?" (Mat. 16:25, 26).

No hay nada complicado en lo que Jesús enseñó, pues él lo tornó natural. El texto más conocido de la Biblia, es un ejemplo de su modo divino de predicar: "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna"(Juan 3:16).

De un lado presenta Jesús el tragico cuadro de un mundo perdido, una raza a perecer, la muerte eterna. Del otro lado, en glorioso contraste, coloca Jesús el maravilloso cuadro del amor de Dios, una raza redimida, su don incomparable, y la vida eterna. Entre esos dos cuadros está la humanidad: "todo aquel".

Moisés, el gran enseñador de los tiempos antiguos, también usó los contrastes. En el libro de Deuteronomio tenemos las grandes alocuciones y apelos finales de ese maestro de la revelación divina. En el capítulo 30:19 leemos: "A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia".

"Escoge, pues, la vida". No hay una tercera alternativa. Nunca hay. Y entonces, para tornar la verdad más eficaz, él dramatiza el mensaje de Salvación. Llamando representantes de seis de la tribus de Israel los coloca en el monte Gerizim para representar la bendición y la vida. Después, tomando representantes de las otras seis tribus los coloca en el Monte Ebal, para representar la maldición y la muerte.

Habiendo así establecido un contraste entre la vida y la muerte, apela a la nación, y a cada hombre, mujer y niño dentro de ella, para que escoja la vida. Su propia existencia y su servicio a la humanidad, dependían de lo que escogieran. Y las verdades que él proclamó milenios atrás son hoy justamente tan vitales como en aquellos dia. Como el gran guia de Israel, necesitan los embajadores de Cristo de esta generación exponer los asuntos de vida y muerte de manera tan clara, tan apelante, que los hombres se sienta compelidos a escoger la vida eterna.

Permanecen los hombres en nebulosos valles. En las palabras del profeta: "Muchos pueblos en el valle de la decisión; porque cercano está el día de Jehová en el valle de la decisión" (Joel 3:14). Debemos conduzirlos a Dios. Es privilegio de los embajadores de Cristo subir primero el monte de la vida y de las bendiciones; entonces, habiendo recibido la visión, volver a los valles donde los hombres trabajan y luchan y reconducir algunos al terreno alto de la salvación.

El objetivo de cada sermón es elevar a los hombres desde los valles del yo y del pecado, conduciéndolos a la presencia del Dios vivo. Esa es la verdadera predicación. El mensajero enviado de Dios revelará el camino de la paz al atribulado y desanimado, mostrando la gracia y la perfección de Jesús. La predicación es un método divino y, cuando se hace del modo que Dios quiere, es grandioso su poder.

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