Se necesitan pastores / Necessita-se de pastores / Pastors are needed

Se necesitan pastores -pastores fieles- que no halaguen al pueblo de Dios ni lo traten con aspereza, sino que lo alimenten con el pan de vida. / Necessita-se de pastores - pastores fiéis - que não lisonjeem o povo de Deus, nem o tratem com aspereza, mas o alimentem com o pão da vida. / Pastors are needed -faithful shepherds- who will not flatter God"s people or treat them harshly, but who will feed them with the bread of life.

EL DIOS QUE YO CONOZCO

6.09 - ¡Está hecho! ¡Gracias a Dios está hecho!

Isaías, en lenguaje expresivo, presenta un hermoso cuadro de Dios recuperando su pueblo de los cuatro extremos de la Tierra: "Asimismo acontecerá en aquel tiempo, que Jehová alzará otra vez su mano para recobrar el remanente de su pueblo" (Isaías 11:11 - RV-1960).

Estas palabras "alzará otra vez" son especialmente interesantes. Vienen de la palabra hebrea qanah, que significa "adquirir", "obtener por compra", "comprar de nuevo", "redimir". Se refieren a una práctica bien conocida del profeta, pues vivía en aquel trágico tiempo en que hombres y mujeres eran comprados y vendidos en los mercados de esclavos.

La esclavitud era algo cruel, insensible y diabólico. Sin embargo, no todo señor de esclavos era rudo y cruel. Algunos tenían buen corazón y eran compasivos. No solamente los esclavos, sino tambien los señores eran víctimas de un ambiente mortal. Aquellos dias eran malos. Pero, a pesar de las bajas normas de moralidad, a veces, un hombre opulento compraba un esclavo con el propósito de darle la libertad. Más que esto, se tiene conocimiento de que, en raras ocasiones, esclavos fueron adoptados como miembros de la familia de sus señores, garantiéndoles así su adopción absoluta libertad y comunión.

Ahora, haced la aplicación de ese maravilloso texto de las Escrituras.

El Dios de amor y de piedad va a los mercados del pecado y de la esclavitud y, como un hombre rico, rescata hombres y mujeres de una raza perdida, haciéndolos libres en Cristo. Entonces los exalta adoptándolos en su familia, y finalmente los torna poseedores del universo, como "herederos de Dios y coherederos con Cristo" (Rom. 8:17).

¡Que tremendo concepto! ¡Que maravillosas nuevas! Pensad, entonces, en el precio que él pagó para hacerlo. Pero ¡ESTÁ HECHO! ¡GRACIAS A DIOS ESTÁ HECHO!

6.08 - Contrastando la vida con la muerte

Los hechos son más convincentes cuando revelados en contraste. Por ese motivo Jesús enseñaba la verdad mediante la presentación de contrastes. Muchas de sus grandiosas verdades fueron declaradas en palabras tan sencillas como las siguientes: "Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?" (Mat. 16:25, 26).

No hay nada complicado en lo que Jesús enseñó, pues él lo tornó natural. El texto más conocido de la Biblia, es un ejemplo de su modo divino de predicar: "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna"(Juan 3:16).

De un lado presenta Jesús el tragico cuadro de un mundo perdido, una raza a perecer, la muerte eterna. Del otro lado, en glorioso contraste, coloca Jesús el maravilloso cuadro del amor de Dios, una raza redimida, su don incomparable, y la vida eterna. Entre esos dos cuadros está la humanidad: "todo aquel".

Moisés, el gran enseñador de los tiempos antiguos, también usó los contrastes. En el libro de Deuteronomio tenemos las grandes alocuciones y apelos finales de ese maestro de la revelación divina. En el capítulo 30:19 leemos: "A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia".

"Escoge, pues, la vida". No hay una tercera alternativa. Nunca hay. Y entonces, para tornar la verdad más eficaz, él dramatiza el mensaje de Salvación. Llamando representantes de seis de la tribus de Israel los coloca en el monte Gerizim para representar la bendición y la vida. Después, tomando representantes de las otras seis tribus los coloca en el Monte Ebal, para representar la maldición y la muerte.

Habiendo así establecido un contraste entre la vida y la muerte, apela a la nación, y a cada hombre, mujer y niño dentro de ella, para que escoja la vida. Su propia existencia y su servicio a la humanidad, dependían de lo que escogieran. Y las verdades que él proclamó milenios atrás son hoy justamente tan vitales como en aquellos dia. Como el gran guia de Israel, necesitan los embajadores de Cristo de esta generación exponer los asuntos de vida y muerte de manera tan clara, tan apelante, que los hombres se sienta compelidos a escoger la vida eterna.

Permanecen los hombres en nebulosos valles. En las palabras del profeta: "Muchos pueblos en el valle de la decisión; porque cercano está el día de Jehová en el valle de la decisión" (Joel 3:14). Debemos conduzirlos a Dios. Es privilegio de los embajadores de Cristo subir primero el monte de la vida y de las bendiciones; entonces, habiendo recibido la visión, volver a los valles donde los hombres trabajan y luchan y reconducir algunos al terreno alto de la salvación.

El objetivo de cada sermón es elevar a los hombres desde los valles del yo y del pecado, conduciéndolos a la presencia del Dios vivo. Esa es la verdadera predicación. El mensajero enviado de Dios revelará el camino de la paz al atribulado y desanimado, mostrando la gracia y la perfección de Jesús. La predicación es un método divino y, cuando se hace del modo que Dios quiere, es grandioso su poder.

6.07 - Conocer por experiencia lo que es ser victorioso

Las tremendas verdades bíblicas que los embajadores de Cristo proclaman nunca deben tornarse una teología enfadosa. Deben estar radiantes con la plena alegría del evangelio. Y para eso es necesario conocer por experiencia lo que es ser victorioso sobre el pecado y la muerte. De tal manera nos deben conmover los grandes hechos de la redención que los que nos oyen, sepan que nuestro propio corazón es un "pozo de aguas vivas" (Cantares 4:15).

Esta fue la característica de los testigos apostólicos. Tomad la nota de triunfo de los escritos de Pablo. Él vio la cruz ser iluminada por una gloria que irrumpía del sepulcro vacío.

Leed sobre la resurrección (1 Cor. 15). Ved como ese invencible evangelista proclama la certeza del evangelio. Él lo torna real, dando primero una lista de la negra y sombría perspectiva que habría si Cristo no hubiese resurgido de entre los muertos. "Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó. Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe" (vers. 13, 14). No tendríamos mensaje cristiano, no habría evangelio, no habría ninguna esperanza. La fe sería vana y nosotros todavía estaríamos en nuestros pecados (vers. 17). Y más: "los que dumieron en Cristo perecieron" (vers. 18).

Ciertamente este es un cuadro negro y trágico - no hay mensaje; la fe es vana; las esperanzas agotadas, frustradas, despedazadas. Entonces, levantándonos del dilema, contempladlo al alcanzar él las alturas de Dios. Vedlo con un pie en el demonio de la muerte y el otro sobre la sepultura.

Entonces poniendo en los labios la trompeta de Dios, toca un mensaje de esperanza para la raza perdida. "Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho". (vers. 20). Es una verdad que estremece al mundo, un mensaje que debe ser oído hasta los confines de la tierra. Todo fue perdido por el pecado, pero ahora todo es recuperado en Cristo. El mundo está redimido. La victoria es nuestra. La muerte no tiene más aguijón; la sepultura no tiene ninguna victoria. "Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados" (vers. 22). "Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo" (vers. 57).

Esto establece la norma para los mensajeros de hoy. Exaltad a Jesús. Mostrad como él penetró en los dominios del demonio; como estremeció los poderes de las tinieblas, como lanzó un puente sobre el abismo que había entre dos mundos y trajo a los cautivos del pecado eterna salvación.

Este es el evangelio, y este evangelio debe vibrar en el corazón de cada mensajero al salir a proclamar libertad a los cautivos, vista a los ciegos y libertad a los oprimidos. (ver Lucas 4:18).