Se necesitan pastores / Necessita-se de pastores / Pastors are needed

Se necesitan pastores -pastores fieles- que no halaguen al pueblo de Dios ni lo traten con aspereza, sino que lo alimenten con el pan de vida. / Necessita-se de pastores - pastores fiéis - que não lisonjeem o povo de Deus, nem o tratem com aspereza, mas o alimentem com o pão da vida. / Pastors are needed -faithful shepherds- who will not flatter God"s people or treat them harshly, but who will feed them with the bread of life.

EL DIOS QUE YO CONOZCO

6.03 - Toda la Biblia es una revelación de Cristo

"Y el Padre que me envió, ése ha dado testimonio de mí. Pero no habéis oído jamás su voz ni habéis visto su apariencia. Y su palabra no la tenéis morando en vosotros, porque no creéis en aquel que El envió. Examináis las Escrituras porque vosotros pensáis que en ellas tenéis vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí; y no queréis venir a mí para que tengáis vida." (Juan 5: 37-40. La Biblia de las Américas - LBLA)

En toda página, sea de historia, preceptos o profecía, las Escrituras del Antiguo Testamento irradian la gloria del Hijo de Dios. Por cuanto era de institución divina, todo el sistema del judaísmo era una profecía compacta del Evangelio. Acerca de Cristo "dan testimonio todos los profetas" (Hechos 10:43).

Desde la promesa hecha a Adán, descendiendo por el linaje patriarcal y la dispensación legal, la gloriosa luz del cielo delineó claramente las pisadas del Redentor. Los videntes contemplaron la estrella de Belén, el Shiloh venidero, mientras las cosas futuras pasaban delante de ellos en misteriosa procesión. En todo sacrificio, se revelaba la muerte de Cristo. En toda nube de incienso, ascendía su justicia. Toda trompeta del jubileo hacía repercutir su nombre. En el tremendo misterio del santo de los santos, moraba su gloria.

Los judíos poseían las Escrituras, y suponían que en el mero conocimiento externo de la palabra tenían vida eterna. Pero Jesús dijo: " su palabra no la tenéis morando en vosotros". "y no queréis venir a mí para que tengáis vida". Habiendo rechazado a Cristo en su palabra, le rechazaron en persona.

Los dirigentes judíos habían estudiado las enseñanzas de los profetas acerca del reino del Mesías; pero lo habían hecho, no con un sincero deseo de conocer la verdad, sino con el propósito de hallar evidencia con que sostener sus ambiciosas esperanzas. Cuando Cristo vino de una manera contraria a sus expectativas, no quisieron recibirle; y a fin de justificarse, trataron de probar que era un impostor. Una vez que hubieron asentado los pies en esta senda, fue fácil para Satanás fortalecer su oposición a Cristo. Interpretaron contra él las mismas palabras que deberían haber recibido como evidencia de su divinidad. Así trocaron la verdad de Dios en mentira, y cuanto más directamente les hablaba el Salvador en sus obras de misericordia, más resueltos estaban a resistir la luz.

El reconocimiento de esto siempre nos inspirará a un estudio mas profundo de la Palabra de Dios. Hay una antigua máxima que dice: "Todos los caminos llevan a Roma" colocando la capital romana como centro de atención e importancia. Así, en las Escrituras, cada texto llevará finalmente a Cristo, que es el centro, el sublime objetivo de ellas.

Al examinar las Escrituras en busca de más fuertes argumentos en apoyo de la verdad doctrinaria, procura constantemente conceptos más claros del Cristo salvador, que es la verdad. Procura al Hombre Cristo Jesús. Y lo encontrarás en cada página de la Escritura, esculpido en cada historia bíblica.

"Ellas son las que dan testimonio de mí" dijo Jesús. Y, verdaderamente de Él testifican las Escrituras – de su gracia salvadora, su amor perdonador, de su Espíritu que santifica. Y cuando nuestra predicación esté centralizada en el Salvador, cuando nuestro énfasis sea dado a Cristo y a la Cruz, entonces, y sólo entonces, nuestra predicación será poderosa.

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